Conductismo: El Aprendizaje como Cambio de Comportamiento
El conductismo es uno de los paradigmas más antiguos en la psicología educativa. Surge a principios del siglo XX, con figuras destacadas como John B. Watson, Ivan Pavlov y B.F. Skinner. El enfoque central del conductismo es la idea de que el aprendizaje es un cambio observable en el comportamiento, influenciado por el entorno.
Principios Fundamentales:
Condicionamiento Clásico: Propuesto por Pavlov, se refiere al proceso mediante el cual un estímulo neutro, al asociarse repetidamente con un estímulo incondicionado, llega a provocar una respuesta condicionada. Un ejemplo clásico es el experimento de Pavlov con perros, donde un sonido (estímulo neutro) se asoció con la presentación de comida (estímulo incondicionado), haciendo que los perros salivaran (respuesta condicionada) al escuchar el sonido.
Condicionamiento Operante: Desarrollado por Skinner, este principio se basa en la idea de que el comportamiento puede ser moldeado mediante refuerzos (positivos o negativos) y castigos. Los refuerzos aumentan la probabilidad de que un comportamiento se repita, mientras que los castigos disminuyen dicha probabilidad.
Aplicaciones en Educación:
- Refuerzo Positivo: Los maestros utilizan recompensas, como elogios o calificaciones altas, para reforzar comportamientos deseables, como la participación en clase o la finalización de tareas.
- Moldeamiento: Se enseña a los estudiantes comportamientos complejos mediante la descomposición de estos en pasos más simples, reforzando cada paso hasta lograr el comportamiento deseado.
El conductismo se centra en los resultados observables del aprendizaje, más que en los procesos internos, lo que ha llevado a críticas, particularmente por su falta de atención a los procesos cognitivos.
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